El 20 de Enero de 2020 el CEO de Google, Sundai Pichar, pronunció el discurso introductorio en la sesión “IA en Europa: una charla con el CEO de Google”. Pichai habló sobre el desarrollo e impacto de una Inteligencia Artificial responsable y los riesgos y oportunidades que conlleva su uso.
Aunque Sundar Pichai pide nuevas regulaciones en el mundo de la Inteligencia Artificial, también pide que sean suaves. Asegura que hay que poner nuevas reglas para los vehículos autónomos, pero no las haya en su aplicación en salud.
Ninguna de las dos peticiones es de extrañar. Recientemente Magna, el partner de Lyft para el desarrollo de vehículos autónomos, ha desistido de luchar por lograr el nivel 5 de autonomía, o lo que es lo mismo la conducción autónoma completa. Durante el último trimestre de 2019 otros fabricantes han recortado o cancelado sus inversiones en vehículos autónomos. ¿La razón? La conducción autónoma es imposible con la tecnología actual.
También hay motivos para que Google quiera una regulación débil en aplicaciones de salud: en noviembre de 2019 se conoció que Google había recolectado millones de datos de salud de pacientes norteamericanos sin su consentimiento mediante una cadena de más de 2.600 hospitales. Y el 17 de Enero de 2020 la CNBC publicaba que Epic, un proveedor de registros médicos, dejaba de trabajar con Google Cloud. Epic almacenaba sus datos en la nube de Google y se ha filtrado que algunos empleados de Google accedieron a los datos de uno de los clientes de Epic. The Wall Street Journal recientemente informaba de que Cerner, otro cliente de Google Cloud, también ha rescindido su contrato de alojamiento de datos médicos con Google por motivos similares.
La Inteligencia Artificial permite recolectar datos, crear perfiles e influir en las redes sociales.
El escándalo de Cambridge Analytica de Marzo de 2018 no ha terminado. A principios de enero de 2020 se han publicado más de 100.000 documentos de Cambridge Analytica sobre sus actividades de manipulación global. Había accedido sin permiso a 87 millones de perfiles de Facebook y había datos sobre procesos electorales de varios países.
Estas palabras de Mark Weiser en 1991 son reveladoras: “Las tecnologías más profundas son las que desaparecen. Se entretejen en el tejido de la vida cotidiana hasta que no se pueden distinguir de ella”. La IA es una tecnología que gestiona a diario nuestros datos y nomos conscientes. Parece evidente que una regulación seria es más que necesaria.
Aniceto Pérez y Madrid es Especialista en Ética de la Inteligencia Artificial
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